Las restricciones a la circulación, junto a las prohibiciones de realizar reuniones grupales en el ámbito privado, afectaron directamente el comportamiento de los consumidores. En consecuencia, cambiaron sus hábitos de consumo.
Aumento de la demanda online
A pesar de que la mayoría de las personas se vieron obligadas a modificar sus rutinas, no estaban dispuestas a dejar de consumir. Por ese motivo, reemplazaron rápidamente los paseos por los locales físicos por las tiendas online. Incluso los comparadores de créditos como Wannacash.es han sido una alternativa a los bancos, ya que, con los pocos requisitos que tienen, son más factibles para solucionar parte de la problemática actual.
Los consumidores aumentaron sus búsquedas por internet y generaron un incremento del 50% en el tráfico web. Se estima que más de la mitad de las búsquedas efectuadas culminan en la compra de al menos un producto, cuando anteriormente no alcanzaban el 20%.
Adquisición de productos electrónicos
Para teletrabajar y asistir a clases de manera remota se necesita un buen hardware. Por ese motivo, gran parte de la población invirtió en módems y routers, programas educativos y monitores. Ese fenómeno se evidenció principalmente en Estados Unidos, donde la cantidad de cámaras web vendidas alcanzó el 534% de aumento respecto al año anterior. Los mircrocréditos han sido necesarios para adquirir todo lo necesario para optimizar las actividades online.
En otros países, como Francia, la venta de impresoras creció dramáticamente. También aumentó la compra de suministros para ese equipo. Mientras tanto en Corea del Sur las protagonistas fueron las tablets.
Consumo de productos frescos
En situaciones normales la gente no suele disponer de mucho tiempo para cocinar. Es frecuente que los trabajadores almuercen en el comedor de la empresa y que los estudiantes compren algo liviano en algún puesto callejero o vayan a un local de comida rápida. Por eso no suelen tener muchos productos frescos en la casa.
Sin embargo, la permanencia en el domicilio posibilitó la creación de un menú familiar semanal más saludable. Como la mayoría de la gente poseía un buen stock de productos no perecederos acumulados desde el inicio de la pandemia, subió drásticamente la demanda de productos frescos.
La gente realiza sus compras de alimentos de manera virtual y los artículos llegan a la puerta de sus casas perfectamente desinfectadas. Los productos más demandados son las frutas y verduras, los huevos y diferentes tipos de carnes.
Además de la electrónica y la alimentación, hay otros rubros que experimentaron un aumento de sus ventas. Entre ellos se encuentran los artículos para mascotas, con las que las personas pasan mucho más tiempo. También las cafeteras con sus correspondientes cápsulas, ya que es mejor evitar las clásicas salidas al bar.